Cassio Carvalho es un niño, un músico, un poeta, un muchacho alegre y melancólico, es decir: un ángel carioca. Y este sábado, los amigxs de mágicas naranjas vuelven a juntarnos para un encuentro de poesía y música --propia y ajena-- que se irá armando ahí, mientras charlamos de bueyes perdidos. Yo no sé quién dice que las cosas por Internet se enfrían. Yo, que soy un novato en esto, digo que es todo lo contrario. El sábado pasado, por ejemplo, hubo fueguitos fatuos, palomas equivocadas, y sonrisas (y alguna que otra lágrima, por qué no) abriéndose en medio de la noche agorera como semillas de pochoclos. Quienes nos vieron, saben que no miento. Y quienes no pudieron vernos, bueno, pueden comprobarlo el próximo sábado en este segundo encuentro, entre el genio de Cassio Carvalho y quien les habla, a través de esa esfera mágica que es Instagram. (fuente: Facebook)