Bosque

Con la mirada abierta a toda clase de lectores y edades, la colección Bosque viene a abrir nuevos sentidos poéticos. En este libro de Denise Fernández, la fantasía y la realidad dialogan hasta un punto en el que todo límite parece difuminarse. La autora despliega una galería zoológica que termina conformando un pequeño universo fantástico. El modo, profundamente lúdico, en que la voz poética se vincula con esos animales hechos de palabras va dejando que afloren en cada texto hallazgos plenos de humor, inteligencia, originalidad y lirismo.

En este brillante primer libro, Denise Fernández crea un país con animales que son palabras que son el objeto de su amor. En su lengua, “animales” es un significante amplio: ángeles, dragones de tres cabezas, cálamos, bocas en las manos de los poetas. Estamos en un territorio exquisito, que arma su sintaxis-sentido a partir de un interrogante: ¿Cuántas puertas hay detrás de la primera? Todas las puertas: de carbón encendido, de flor azul de prado, de muselina breve.

Daniela Camozzi


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Manuel Duarte (Buenos Aires, 1993) es otro hallazgo de la colección Bosque de Mágicas Naranjas. Podríamos decir que el estilo de Duarte es anacrónico pero eso implicaría que se ubica en alguna época en particular. Si en algún momento tenemos la ilusión de familiaridad, es eso: solo una ilusión, un hechizo que conjura el autor. Duarte inventa sus propias fórmulas, galopa a un ritmo que es solo suyo y nos deja perdidos en la polvareda, sin entender qué bicho fantástico pasó por ahí. Los caballos de estos poemas nacen, mueren y sueñan y en ese arco Duarte hila versos que hacen bailar la lengua y la mente: “ascienden hacia arriba ríos y ríos / donde mueren los caballos caballos convergen”. Una música tan definitiva que parece que siempre estuvo ahí, esperando que alguien la escribiera. En el prólogo del libro, Duarte habla de la influencia de Héctor Viel Temperley, lectura en donde dice haber descubierto que “los caballos, ante todo, son animales de la mente”. Habrá sido esa inspiración fortuita lo que lo llevó a imaginar, por ejemplo, a un caballo que sueña a su patrón: “Pues uno duerme para que usted no exista”. El libro está acompañado con ilustraciones de María Valeria Chinnici que amplifican la experiencia de lectura y la dotan de nuevas texturas.

Lófficiel

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